El NO-DO y la manipulación informativa

Además de aficionado al cine también lo soy al fútbol, y en base a unas imágenes del NO-DO que he visto esta semana he reflexionado sobre el poder de la manipulación informativa. Dichas imágenes corresponden a la final de la Eurocopa de 1964 en la que se impuso nuestra Selección a la de la URSS por 2-1 en el estadio Santiago Bernabéu. Pues bien, en el segundo gol de España, marcado por Marcelino de cabeza, se ve en las imágenes del NO-DO como la asistencia del gol la da Amancio, pero en realidad se trata de una manipulación... La asistencia a Marcelino se la da en realidad Chus Pereda como demuestra otra imagen desde el ángulo contrario. La prueba de que la segunda imagen es la verdadera está en que cuando en la primera Amancio da el pase se produce un pequeño corte, casi imperceptible, pero que casa a la percepción con el plano del gol, mientras que en la segunda no hay corte alguno. Evidentemente se trata de algo casi intrascendente, porque al fin y al cabo es casi la misma imagen y como dice en en vídeo el montador que editó el reportaje, al operador de cámara no le dio tiempo a coger bien el plano y al final hubo que hacer ese "arreglo". Pero sin duda alguna, todo el tema del gol se queda corto con respecto a otras cosas que mostraba el NO-DO totalmente manipuladas. Para empezar, el NO-DO era el informativo oficial del régimen franquista y se mostraba únicamente lo que interesaba a Franco. El NO-DO, de proyección obligatoria en los cines antes de las sesiones cinematográficas, daba una idea totalmente distorsionada de lo que era España en aquel momento, además de una peculiar visión del resto del mundo. Una de las manipulaciones más sonadas del NO-DO fue la del discurso del Ministro del Movimiento José Luis Arrese en 1945 clamando contra el capitalismo, o la de 1964 que conmemoraba los "25 años bajo la paz de Franco". Debido a los escasos medios informativos de la época y a la censura a la que estaban sometidas la radio y años después la televisión, las posibilidades de contraste por parte de los espectadores eran bastante escasas. Mostraba muchas cosas pero también ocultaba otras tantas, todo ello con el fin de mantener la "estabilidad de la patria". La primera proyección del NO-DO tuvo lugar el 4 de enero de 1942, siendo su proyección obligatoria hasta 1976, aunque se mantuvo hasta 1981 ya con carácter voluntario.